Pues ya llegó el día más esperado del año para mi. Mi cumpleaños, de momento no me traumatiza cumplir uno más, ya van 28. El tiempo pasa volando. Supongo que dentro de dos años cuando el primer numero se transforme en un tres la cosa cambiará.
Este año no lo he podido celebrar como quería, ya que a mi marido le ha tocado trabajar, así que he decidido irme con el peque al Museu de la xocolata. Aprovechando que hacia tiempo que quería ir y viviendo en Barcelona era una vergüenza no haber ido antes.
Es una visita que recomiendo para ver el origen y evolución del cacao y la cantidad de esculturas de chocolate. Y si vais con peques hacen actividades muy divertidas y originales.
Lo primero que me ha llamado la atención ha sido la entrada que como no podía ser de otra forma era una tableta de chocolate y en la etiqueta tienes el código para entrar.
Después de recorrer todos los rincones del museo viendo la maquinaria que usaban para tratar el cacao, antiguos moldes, carteles,... acabas en la tienda del museo donde puedes degustar tabletas de chocolate, piruletas, bombones o comprar libros de repostería o el propio merchandising del museo. Yo no he podido sucumbir a la tentación y me he ido con una tabletita de chocolate, aunque hubiese cogido de todo.
Y así es como he pasado mi gran día.
Que paséis un buen fin de semana yo me voy a terminar mi tarta para celebrarlo con toda la familia el domingo.
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