Pues ya llegó el día más esperado del año para mi. Mi cumpleaños, de momento no me traumatiza cumplir uno más, ya van 28. El tiempo pasa volando. Supongo que dentro de dos años cuando el primer numero se transforme en un tres la cosa cambiará.
Este año no lo he podido celebrar como quería, ya que a mi marido le ha tocado trabajar, así que he decidido irme con el peque al Museu de la xocolata. Aprovechando que hacia tiempo que quería ir y viviendo en Barcelona era una vergüenza no haber ido antes.