Tenia pendiente editar este post para publicarlo la semana pasada y no me dio tiempo.
Me he estado recuperando de una faringitis que me ha dado mucha fiebre y luego tenia que preparar la maleta porque nos íbamos 3 días a Dublin. Mi marido viajaba por trabajo y decidimos ir mi hijo y yo también para poder visitar la ciudad.
Así que entre una cosa y otra se me pasaron los días sin poder escribir y editar las fotos.
Y ahora que hemos vuelto del viaje ya me he puesto con ello y a ver si puedo preparar algo para esta semana porque justo volver del viaje y hemos visto que el peque tenia varicela; así que estamos de "cuarentena" en casa hasta que le den el visto bueno. Por suerte no tiene fiebre y apenas le han salido granitos. Dicen que no hay mal que por bien no venga y supongo que pasarla tan pequeño es mejor para él pero el pobre no entendía porque no podía jugar en el parque cuando volvíamos del medico.
Dicho esto os dejo con la receta de estos buñuelos; podeis ver también buñuelos de viento rellenos de crema pastelera que preparé el año pasado. Es una receta bastante sencilla sólo hay que esperar los tiempos de reposo y luego freirlos con cuidado que no se nos quemen ni pierdan la forma.
Ingredientes(para 30 buñuelos)
260gr harina11gr de levadura seca de panadero2 yemas de huevo mediano100ml leche entera15ml de licor de anís5gr anís en grano60gr azúcar40gr mantequillauna pizca de sal
Preparación
Ponemos la harina, la levadura, el anís en grano, el azúcar, la sal y las yemas en el bol de la amasadora con el gancho y mezclamos; añadimos la mitad de la leche poco a poco. Y dejamos amasar a velocidad media.
Vamos añadiendo el resto de la leche y el licor de anís amasamos durante 10 minutos. Nos quedara una masa pegajosa.
Le agregamos la mantequilla cortada a dados y amasamos hasta que la masa quede homogénea.
Engrasamos un bol con aceite y colocamos la masa, tapamos con papel film y dejamos reposar 15 minutos.
Pasado el tiempo enharinamos la mesa y estiramos dos rulos y vamos cortando porciones pequeñas e iguales. Les damos forma de bola y los colocamos en una bandeja forrada con papel film para que no se nos pegue, dejando un poco de espacio entre cada bolita.
Dejamos reposar una hora en un lugar cálido.
Preparamos una sarten con aceite de girasol y cuando este caliente iremos poniendo los buñuelos haciéndoles el agujero en el momento de ir a meterlo en el aceite para que no pierda la forma. cuando este dorado le damos la vuelta procurando que quede del mismo color por ambas partes.
Los vamos sacando del aceite y los colocamos sobre papel de cocina para que absorban un poco el aceite de freír. Y seguido los rociamos con anís, yo use un spray de colonia para que quedase mejor repartido; y los rebozamos en azúcar.
Una vez fríos ya los podemos degustar.
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